Hubo un tiempo en el que tú y yo estuvimos de frente, y nos vimos.
Creimos que eramos grandes. Todo era fácil entonces, y luego comenzó a escocer.
Te fuiste y me fuí, y vi tu silueta mientras te marchabas a otro lugar,
ya sólo sombra de lo que fue... te grité y no me oiste.
Cuando quieres marcharte siempre encuentras una puerta,
puedes pasar sin tropezar, cruzar
el crepúsculo, alguien mirara como te vas.
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